Interés compuesto

El interés compuesto es aquel que se recibe por los intereses devengados de los valores. El efecto del interés compuesto es un concepto importante a la hora de invertir dinero, porque puede hacer que los activos crezcan exponencialmente, siempre que el beneficio obtenido se siga invirtiendo. El importe de inversión para el periodo siguiente no solo consiste en el importe de inversión original, sino que se ve incrementado por el rendimiento obtenido y, en el siguiente periodo, podrá obtenerse un rendimiento más elevado en términos absolutos.
Ejemplo: Una inversión inicial de 10 000 € genera un rendimiento anual del 5 %, lo que da como resultado un valor de inversión de 10 500 € al final del primer año. Al final del segundo año, la inversión habrá ascendido a 11 025 €, al final del tercer año a 11 576,25 €, y así sucesivamente. Si se hubiera deducido el rendimiento anual de la cartera en cada caso y se hubiera reinvertido solo la cantidad original, se habría ganado un total de 11 500 €, es decir, 76,25 € menos. Al cabo de 30 años, la diferencia asciende a 18 219,42 € porque con el interés compuesto se habrá ganado 43 219,42 €, mientras que si no se hubiesen reinvertido el beneficio del rendimiento solo se habría ganado 25 000 €.