¿Qué función tienen las acciones y cómo se puede invertir en bolsa? ¿Cómo se determina el precio de una acción y dónde se pueden comprar? Este artículo responde a estas y otras preguntas.
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Las acciones son títulos de participación en una empresa, es decir, las empresas emiten acciones para financiarse incrementando el capital social. Cualquier persona que compre una acción de una empresa se convierte en accionista de la misma, esto permite participar en los activos, beneficios y pérdidas de la empresa en particular. La participación en la propiedad de una empresa resulta del número de acciones en tenencia en relación con el número total de certificados de acciones emitidos por la empresa. El número de acciones emitidas multiplicado por el precio de la acción da como resultado la capitalización bursátil de la empresa.
Por regla general, las acciones se compran y venden en las bolsas de valores (como la Bolsa de Fráncfort (gettex), Xetra o la Bolsa de Madrid), y su precio lo determina, fundamentalmente, la oferta y la demanda, es decir, cuando un precio de oferta coincide con la cantidad que está dispuesta a pagar una persona compradora.
Existe una conexión entre el precio de la acción de una empresa y las expectativas generales del mercado de su éxito económico en un futuro.
Normalmente, los precios de las acciones bajan cuando la oferta es superior a la demanda y los y las accionistas empiezan a vender sus acciones. De la misma forma, el precio de las acciones sube cuando la demanda es superior a la oferta. Algunos factores externos pueden influenciar en el precio, como las tendencias del sector, el sentimiento general del mercado o factores económicos.
La teoría de la eficiencia del mercado asume que toda la información disponible e histórica ya está incluida en el precio de la acción, esto quiere decir que cuando se conocen las noticias de la rentabilidad o cambio de dirección de una empresa, esto se refleja automáticamente en el precio de la acción durante el horario de apertura en la bolsa.
La comunidad inversora crea su propio criterio individual de una acción que difieren entre sí. Algunas personas se valen de los indicadores clave, entre otras cosas, para evaluar el rendimiento de las empresas. De este modo, es posible formar una opinión sobre si una acción está infravalorada o sobrevalorada en un momento dado, por ejemplo, en términos de la relación entre el precio de la acción y el beneficio esperado (la prospectiva de la relación precio-beneficio). Si se decide comprar o vender, y efectuar una orden en particular, esto tendrá un efecto que se verá reflejado en el precio de la acción.
La compra de acciones puede generar beneficios que pueden ser de dos tipos: por un lado, proceden del aumento del precio de las acciones y, por otro, del reparto de dividendos.
A largo plazo, las acciones suelen ofrecer mejores beneficios que otros tipos de activos. Esta comparación entre el rendimiento de las acciones y otros tipos de activos normalmente se denomina «prima de riesgo» porque, para obtener este mayor beneficio, hace falta asumir un riesgo mayor. Los precios de las acciones fluctúan más que los de otros tipos de activos, como los bonos, y a esto se le llama «volatilidad». Cuando se compran acciones individuales se incurre en el potencial riesgo de pérdida total del dinero invertido.
Las acciones individuales de las empresas se pueden adquirir a través de las bolsas de valores, un bróker o en cestas de acciones mediante fondos (fondos gestionados activamente o ETFs). Cuando se compra una acción, el riesgo se concentra en esa empresa, por ello la gente suele adquirir varias acciones de diferentes sectores y/o regiones, o comprar unidades de un fondo, para diversificar el riesgo (la llamada «diversificación»).
El objetivo de la diversificación recoge las teorías del ganador del Premio Nobel Harry Markowitz: «Nunca te lo juegues todo a una carta».
La compra de acciones entraña una serie de derechos únicos. Uno de ellos es el derecho a participar en la junta general de accionistas de la empresa donde, entre otros temas, se toman decisiones sobre cómo se distribuye el beneficio de la empresa, por ejemplo en forma de dividendo. En esta junta también se decide sobre las adquisiciones por o de otras empresas y, en algunos casos, se toman iniciativas sobre el personal e, incluso, se vota o confirma las juntas administrativas y supervisoras.
Otros derechos son:
Derecho de información: se informará sobre los procesos más relevantes de la empresa.
Derecho de subscripción: en el caso de que aumente el capital, los y las accionistas tienen derecho a adquirir acciones adicionales si fuese necesario para contrarrestar la disminución de su participación.
Derecho de la liquidación prorrateada de los beneficios: derecho a participar financieramente en proporción a sus acciones en la venta de la empresa en caso de liquidación.
En las sociedades anónimas de la gran mayoría de los países se hace una distinción entre dos tipos de acciones: las ordinarias y las privilegiadas. Las acciones ordinarias otorgan el derecho a voto por acción en posesión, mientras que las acciones privilegiadas tienen primacía a la hora de distribuir los dividendos, pero no otorgan el derecho a voto.
Emanuel Eisel
Emanuel fue el director del equipo de Mercados de Capitales en Scalable Capital hasta marzo de 2022. Tiene un máster en Gestión y administración de empresas por la Universidad de Hamburgo y cursó parte de sus estudios en la Universidad de Boston (EE. UU.).