¿En qué consisten los bonos?

¿Qué es un bono, cuáles son sus tipos y cómo funcionan?

Breve introducción a los bonos

  • Los bonos son valores que otorgan a la comunidad inversora (acreedora) el derecho frente al emisor (deudor) al reembolso del capital prestado en la fecha de vencimiento y, en su caso, al pago de intereses durante el periodo (cupón).
  • Los emisores de bonos pueden ser gobiernos, empresas, bancos, pero también empresas públicas.
  • Además del nivel general de tipos de interés, la expectativa de inflación y la fecha de vencimiento, la calificación crediticia del emisor también influye en el tipo de interés.

1. Nociones básicas

Los bonos (también denominados «obligaciones») son valores que dan a la persona acreedora derecho frente a la deudora al reembolso del capital prestado en la fecha de vencimiento y el pago de los intereses durante el plazo. La fecha de vencimiento, el plazo y tipo de interés (fijo o variable) se determinan antes de la emisión. Los emisores de bonos pueden ser estados, empresas, bancos, pero también empresas de derecho público, como municipios.

Además del tipo de interés general y el plazo, la calificación crediticia del emisor también influye en el tipo de interés, que se evalúa por agencias especializadas, como Standard & Poors (S&P) o Moody's. La calificación de S&P oscila desde la máxima calificación AAA (riesgo bajo de impago) a D (impago o incumplimiento, o impago parcial o total). Se distinguen dos tipos de bonos dentro de la escala de calificación: grado de inversión (de AAA a BBB) y grado de no inversión (de BB+ a D), estos últimos también suelen denominarse bonos basura o de alto rendimiento.

A diferencia de la alta volatilidad de las acciones o mercados, los bonos pueden ser bastante menos arriesgados, especialmente si el emisor es gubernamental de países industrializados, o empresas con una calificación en el extremo superior de la escala de inversión. A medida que se ve incrementada la fecha de vencimiento y/o disminuye la solvencia (sinónimo de mayor riesgo de impago), el perfil de riesgo cambia y los precios de los bonos se comportan con una volatilidad creciente. Por ejemplo, los bonos de alto rendimiento con un plazo restante de diez años fluctúan significativamente más que un bono de España con una fecha de vencimiento restante de dos años.

Los bonos son especialmente adecuados para las carteras como componente de reducción de riesgo, ya que el riesgo es menor que invertir en acciones, pero también lo son las oportunidades de obtener rentabilidad. Los bonos se utilizan principalmente para diversificar la cartera y que esta fluctúe menos.

Los bonos se negocian en cotizaciones porcentuales (precio = porcentaje del valor nominal) en bolsa o en el mercado extrabursátil (OTC). Además, existe una denominación mínima que, dependiendo del bono, puede ser de 1000 €, 10 000 € o, incluso, 100 000 €; y por ello, las inversiones directas en bonos no son adecuadas para muchos particulares, especialmente si se desea invertir de forma ampliamente diversificada. Los ETFs sobre bonos ofrecen la oportunidad de invertir en diferentes bonos de forma ampliamente diversificada, incluso con importes bajos.

2. Características y tipos

El valor nominal es la cantidad de dinero anotada en el bono y constituye la base para el pago de intereses, ya que indica el importe del crédito del deudor al acreedor.

Al igual que en el caso de las acciones, el precio de emisión de las obligaciones puede diferir del valor nominal. Se pueden distinguir entre las siguientes emisiones:

  • bono a la par: precio de emisión = valor nominal
  • bono por encima de la par: precio de emisión > valor nominal (la diferencia se llama agio)
  • bono por debajo de la par: precio de emisión < valor nominal (la diferencia se llama desagio)

El valor es la suma de todos los valores de todos los pagos de intereses y el del reembolso del valor nominal al final del plazo.

El cupón se expresa como un porcentaje anual (% p.a.) del valor nominal e indica el tipo de interés del bono. Los cupones suelen pagarse anualmente, pero también en algunos casos su pago podría ser trimestral o semestral.

El plazo (o fecha de vencimiento) indica el período durante el cual se pagan los cupones y al final del cual debe devolverse el capital prestado. A diferencia de las acciones, los bonos tienen un plazo fijo. Se suele distinguir entre:

  • Corto plazo (hasta tres años)
  • Medio plazo (de tres a diez años)
  • Largo plazo (más de diez años)

No hace falta mantener los bonos hasta su fecha de vencimiento y se pueden vender durante ese tiempo.
Hay que tener en cuenta que también existen los bonos sin plazo fijo, los llamados perpetuos que no tienen fecha de vencimiento.

Otra excepción son los bonos de cupón cero, que se adquieren con un descuento respecto al valor nominal y, en función del tipo de interés, este valor puede aumentar hasta el valor nominal según antes de que se alcance la fecha de vencimiento.

El rendimiento hasta el vencimiento es el beneficio o el tipo de interés que reciben aquellas personas que mantienen el bono hasta su vencimiento y reinvierten los pagos de los cupones acumulados hasta ese momento al mismo tipo de interés hasta que se alcance la fecha de vencimiento.

La duración es la medida de la sensibilidad del precio de un bono a los cambios en los tipos de interés, siendo mayor en los bonos a largo plazo y menor en los de corto y medio plazo.

La clasificación afecta al tratamiento de los créditos de los acreedores en los procedimientos de insolvencia de las empresas, donde los créditos prioritarios de los bonos prevalecen sobre los créditos subordinados en caso de liquidación de la empresa. Por lo tanto, el riesgo de pérdida es mayor cuando se invierte en bonos subordinados, lo que se traduce a su vez en un mayor rendimiento potencial. En este contexto, los bonos asegurados ofrecen una protección adicional en caso de insolvencia de una empresa.

Algunas de las características de los bonos convertibles es que, entre otras cosas, influyen en el calendario del reembolso, son las siguientes:

  • Callable (el emisor tiene el derecho de recomprar el bono)
    Un bono callable ofrece el derecho al emisor de recomprar la emisión a un precio específico en una fecha prefijada. Dado que el deudor tiene derecho a elegir, la opción concedida es una posición corta de compra desde el punto de vista de la persona que invierte.
  • Putable (el comprador del bono tiene el derecho de venderlo de nuevo)
    La persona titular del bono con opción de venta tiene el derecho (pero no la obligación) de exigir el reembolso anticipado. La opción de venta se puede ejercer en una o varias fechas especificadas. Se trata de una posición larga de venta desde la perspectiva del emisor.

3. Oportunidades y riesgos

Riesgo por inflación - El riesgo por inflación consiste en que los ingresos esperados de los cupones y el valor nominal de un bono valgan menos en el momento del pago debido a que se podrán comprar menos productos y servicios con el mismo. En principio, los bonos a largo plazo están expuestos a un mayor riesgo de inflación que los bonos a corto plazo; un riesgo que puede reducirse con la ayuda de los bonos indexados a la inflación, ya que los cupones y el valor nominal se ajustan en función de la inflación.

Riesgo del tipo de interés - El riesgo del tipo de interés está relacionado con las decisiones de los bancos centrales sobre los tipos de interés. En principio, existe una relación inversa entre las variaciones de los tipos de interés y el valor en efectivo de un bono: cuando los tipos de interés suben, el precio de los bonos baja, y viceversa.

Riesgos de impago - A diferencia de las acciones, las personas que compran bonos no adquieren acciones de la empresa, sino que suelen ser solo prestamistas; por ello, en caso de que el emisor de bonos se declare insolvente, los acreedores reciben un trato prioritario sobre las personas con acciones (inversión en acciones) en el procedimiento de insolvencia. En general, cuanto mayor es el riesgo de impago de un emisor, mayor es el interés del capital prestado para compensar el riesgo mayor.

Riesgo cambiario - Cualquier persona que compre bonos en monedas extranjeras se expone a un riesgo cambiario. Si el precio de la divisa del bono es favorable frente a la moneda nacional, se podrá beneficiar además de la evolución del precio. Del mismo modo, si la moneda extranjera se deprecia frente a la moneda nacional, el rendimiento se reduce.

Riesgo de liquidez - El riesgo de liquidez afecta especialmente a los bonos con poca amplitud y profundidad donde las ventas están sujetas a elevadas rebajas del precio debido a un diferencial marcado entre la oferta y la demanda. Esto afecta especialmente a los valores de las empresas más pequeñas con volúmenes bajos de emisión que son comprados o vendidos por solo unas pocas personas. Además, si la fecha de emisión del bono tiene una fecha bastante alejada en el pasado podría tener un impacto negativo en su liquidez. Estos bonos de emisión previa suelen negociarse menos que los de emisión futura, cuya fecha de emisión no se remonta tanto en el pasado.

Hay que tener en cuenta que los riesgos individuales tienen efectos diferentes en las distintas fechas de vencimiento de los bonos (la conocida curva del rendimiento), donde unas expectativas de inflación más altas tienden a influir en una pendiente negativa de la curva del rendimiento, mientras que las decisiones sobre los tipos de interés de los bancos centrales se reflejan en un diferencial más estrecho o negativo. Esta sirve para relacionar las diferentes fechas de vencimiento de los bonos y su rentabilidad.

Los riesgos de impagos, cambiarios o de liquidez afectan a todos los bonos, independientemente de su fecha de vencimiento, por lo que hay que fijarse en la solvencia de los emisores, la volatilidad de ambas divisas y la extensión y profundidad en el mercado.

4. Tipos de bonos

El bono estándar tiene un tipo de interés fijo durante todo el plazo y, una vez haya cumplido su fecha de vencimiento, se paga según su valor nominal.

Los bonos cupón cero no contienen ningún pago de cupones y se suele emitir por un precio inferior al de su valor nominal (por debajo de la par), que se amortiza una vez cumplida la fecha de vencimiento. El rendimiento es la diferencia entre el precio de emisión y el de reembolso.

Los bonos perpetuos no tienen fecha de vencimiento. En este caso, la persona que invirtió recibe pagos regulares de cupones de forma indefinida. Uno de los bonos perpetuos más antiguos que todavía se paga hoy es uno holandés que se emitió en 1648 y que actualmente es propiedad de la Universidad de Yale.

Los bonos de anualidad reembolsan una cantidad constante de forma regular que incluye el cupón y el importe del bono. De esta manera, el importe nominal se reembolsa a lo largo de distintas anualidades hasta el final del plazo y no hay un pago único del valor nominal en la fecha de vencimiento.

Los bonos con colateral son bonos que están garantizados mediante un activo como protección frente al riesgo de impago. En caso de impago, los pagos a los acreedores se amortizan con activos que se han depositado por separado como cobertura y, por tanto, no forman parte de la insolvencia. Esto minimiza en gran medida el riesgo de impago y se refleja en unos cupones de interés más bajos.

En el caso de los bonos flotantes el tipo de interés puede cambiar durante el plazo, ya que está vinculado a un tipo de interés de referencia más una prima fijada contractualmente por la solvencia del emisor. En la práctica, los tipos de interés de referencia pueden ser el London Interbank Offered Rate (LIBOR), el Euro Interbank Offered Rate (EURIBOR), el U.S. Treasury note rate o el Federal Reserve funds rate. La persona que invierte puede beneficiarse de la subida de los tipos de interés con este tipo de bono, ya que el tipo de interés flotante también sube o se ajusta periódicamente.

Los bonos indexados a la inflación tienen como objetivo proteger frente a esta ya que el cupón y el valor nominal están vinculados a un índice de inflación (por ejemplo, el índice de precios de consumo). Aunque aumente la inflación, no se perderá ningún rendimiento o poder adquisitivo; y en caso de deflación, los pagos de intereses disminuyen. Este tipo de bono lo emiten los estados.

Bonos con derechos:

  • Los bonos convertibles ofrecen a las personas tenedoras la opción de cambiarlo por acciones de la compañía. El reembolso es total y a la par, y los pagos de los cupones se realizan durante el plazo. Las condiciones de canje se fijan por adelantado en el momento de la emisión, normalmente si el precio de las acciones sube por encima del precio de conversión, el bono puede canjearse por un número determinado de acciones.
  • Los bonos con warrant se diferencian de los convertibles en que el derecho a comprar acciones de la empresa puede negociarse por separado del bono.
  • El bono reverse convertible ofrece al emisor el derecho a reembolsar la totalidad del valor nominal en la fecha de vencimiento o entregar un número predeterminado de acciones en el momento de la emisión. En comparación con el bono estándar, los pagos de los cupones podrían ser más altos ya que combina los pagos regulares de intereses con el riesgo de precio de una acción.

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Markus Kirchler

Markus es un analista experimentado del equipo de Mercado de Capitales. Sus principales áreas de especialización son la gestión de carteras y la negociación con ETPs. Markus es licenciado en Economía por la Universidad de Bolzano.