¿Cuáles son los ratios financieros más importantes?

Los ratios ayudan a evaluar las empresas cotizadas y pueden contribuir de forma decisiva a la hora de tomar una decisión sobre una inversión. Este artículo ofrece una visión general de los ratios financieros más comunes y su importancia.

Sumario con la información más relevante

  • Los ratios y las acciones de las empresas proporcionan una base objetiva para tomar decisiones a la hora de invertir. La clave de un análisis sólido es evaluar esta información en su conjunto.
  • El ratio precio-beneficio (PER) es uno de los ratios más conocidos y utilizados: un ratio P/E elevado puede significar que la valoración de los participantes en el mercado sobre la rentabilidad y el crecimiento futuro de la empresa es alta o que las acciones de una empresa están sobrevaloradas.
  • Otros métodos de valoración son el ratio precio-valor contable, el ratio precio-ventas, el ratio deuda-patrimonio neto o la rentabilidad financiera. Decidir qué cifras clave hay que analizar y qué importancia darle es un reto tanto para la comunidad inversora particular como profesional.

1. Ratios de rentabilidad

Los ratios de rentabilidad de una empresa son indicadores que nos ayudan a conocer si una empresa es rentable o no, es decir, si es capaz de afrontar los costes y obtener beneficios (y si estos se manejan de forma eficiente). La compra de un valor de una empresa permite participar en la evolución de los precios y asegura el derecho a posibles distribuciones o dividendos. En el caso de las acciones, el rendimiento durante el periodo de tenencia se calcula de la siguiente manera:

a) (Total de dividendos recibidos) ÷ (Valor de compra de las acciones)
b) (Valor actual de las acciones) ÷ (Valor de compra de las acciones) - 1

El valor de la compra de las acciones se calcula multiplicando el precio de compra por el número de acciones adquiridas, y al resultado se le suma los posibles gastos.

Ejemplo:

  • Imaginemos que compramos 100 acciones de Ejemplo SL el 30/09/2010 a 38,50 € cada una.
  • Costes de la compra: 10,50 €
  • Pago de dividendos: 1,30 € al año (durante 5 años)
  • Precio después de 5 años (el 30/09/2015): 63,40 €

La rentabilidad del periodo de tenencia se calcula de la siguiente manera:
(100 x 5 x 1,30 €) ÷ (100 x 38,50 € + 10,50 €) = 16,84 %
(100 x 63,40 €) ÷ (100 x 38,50 € + 10,50 €) - 1 = 64,23 %

El resultado es una rentabilidad del 81,07 % durante todo el periodo de tenencia.

La rentabilidad anual que genera una inversión se determina con la fórmula de la rentabilidad geométrica:

Rentabilidad anual:

(1+r) (1/T) - 1

Donde: 'r' es la rentabilidad total y 'T' el periodo de tenencia del valor (en años). Ahora sustituyamos los valores del ejemplo en la fórmula:

(1 + 81,07%) (1/5) - 1

El resultado es una rentabilidad anual del 12,61 %.

Hay que tener en cuenta que al vender valores, el rendimiento real puede verse reducido por los impuestos y las comisiones de negociación.

2. Métodos clave de valoración

  • Ratio precio-beneficio (PER)
  • Ratio precio/valor contable (P/B)
  • Ratio precio-ventas (PSR)
  • Rendimiento de los dividendos

El ratio PER muestra el beneficio de una empresa en relación con su valor en bolsa, el cual se deriva del precio de las acciones. Antes de poder conocer el PER de una empresa hay que saber que beneficio se obtiene por cada acción y, para ello, hay que dividir el beneficio de la empresa entre el número de acciones en circulación.

Una vez se obtiene ese valor, se calcula el PER utilizando la siguiente fórmula:

Precio por acción ÷ Beneficio por acción = ratio PER

Un ratio PER con valor 15, por ejemplo, significa que se está pagando 15 veces los beneficios de la acción. Por lo general, cuando este ratio es elevado, indica que la empresa tiene gran valor, y esto suele explicar las expectativas optimistas de los beneficios y el crecimiento de la empresa en un futuro en el mercado. A nivel individual, el valor del PER puede compararse con las propias expectativas de la empresa. Por otro lado, un ratio PER bajo se considera un indicador de empresas con una valoración favorable a primera vista.

El ratio precio/valor contable (P/B) compara el valor contable de una empresa con su valor. Cuanto más bajo es este valor, más favorable es la valoración de la empresa.

El valor contable (P/B) está relacionado con el balance de la empresa, siendo la diferencia entre este último y los pasivos. En otras palabras, es el valor restante para los y las accionistas si todos los activos se vendiesen después de haber deducido los pasivos. Si este valor se divide entre el número de acciones en circulación se obtiene el valor contable por acción.

El P/B puede calcularse con la siguiente fórmula:

Precio por acción ÷ Valor contable por acción = P/B

Es importante entender que los activos en el balance de la empresa a veces tienen un valor menor del que se podría obtener por su venta real. Un P/B menor que < 1 indica que el valor de la empresa en el mercado es mejor que la cantidad que quedaría si se vendiesen todos los activos y se saldasen todas las deudas. De este valor también podría interpretarse que el valor de los activos en el mercado es significativamente menor de lo que muestran los valores del balance. En el caso de las empresas que tienen un modelo de negocio sin activos tangibles (como las empresas tecnológicas) normalmente tienen un P/B muy por encima de 1.

El ratio precio-ventas (PSR) refleja el volumen de ventas de la empresa (la suma de la totalidad de sus beneficios) en relación a su valor actual en el mercado. Este ratio ayuda a evaluar a las empresas pequeñas y de gran crecimiento, o comparar su valor con otras empresas. En el caso de las empresas que no declaran sus beneficios en la actualidad o en un futuro próximo, estas pueden valorarse con el PSR, que puede calcularse con la siguiente fórmula:

Ratio precio-ventas (PSR):

Precio por acción ÷ Ventas por acción = PSR

Otra posibilidad es relacionar la capitalización bursátil de la empresa con el volumen de ventas total, en lugar de calcular el valor de la acción primero.

El rendimiento del dividendo muestra los dividendos de una compañía en relación con el precio de la acción. Para calcularlo, hay que sumar las distribuciones de los dividendos durante el periodo de un año y dividirlo entre el precio de la acción:

Dividendo por acción

Precio por acción = Rendimiento del dividendo

El rendimiento del dividendo mide el volumen de las distribuciones anuales en relación con el precio de la acción y es un indicador muy popular para estimar los pagos de dividendos futuros. Por ejemplo, si una acción tiene un valor de mercado de 100 € y se han pagado dividendos de 3 € en los últimos doce meses, el rendimiento del dividendo sería del 3 %.

Algo muy importante que hay que tener en cuenta a la hora de analizar este ratio es que este depende del precio de la acción en un día en concreto y el pago de los dividendos en un periodo en particular. Por ello, los pagos puntuales de los dividendos y los saltos bruscos de los precios pueden tener un impacto en el resultado y dificultar su interpretación. Esto significa que si se obtiene un rendimiento del dividendo alto o en crecimiento no tiene porqué ser necesariamente una buena señal, y habrá que tener en cuenta otras figuras para el análisis.

3. Cifras clave para analizar una empresa

  • Índice de capital
  • Ratio de deuda total
  • Margen bruto
  • Margen neto
  • Rentabilidad financiera
  • Cobertura de intereses

En el análisis fundamental de las empresas que cotizan en bolsa hay que tener en cuenta las cifras clave basadas en los informes financieros, es decir, la declaración de ingresos, el balance y la declaración de liquidez.

El índice de capital refleja la parte del balance total financiado con capital propio y el valor es, normalmente, un porcentaje que se puede calcular como se indica a continuación:

Capital propio ÷ Capital total = Índice de capital

Cuanto más saludable es el balance de una empresa, mayor será su índice de capital, ya que esto significa que no hay deudas o pagos pendientes. Sin embargo, la deuda bursátil no es algo negativo per se, sino que, de hecho, en muchos casos resulta útil que las empresas mantengan cierto ratio de deuda bursátil, ya que puede reducir su coste y ahorrar en impuestos.

El ratio de deuda total indica el apalancamiento de una empresa para financiar sus operaciones. La fórmula para calcular este valor es la siguiente:

Deuda financiera neta ÷ Capital neto = ratio de deuda total

Para medir la rentabilidad de una empresa hay que mirar primero al margen bruto. Pongamos por ejemplo Coca-Cola: asumamos que por cada Coca Cola Light que se venda la empresa gana, por ejemplo, 3 $, donde se deducen 1,20 $ por los gastos de producción y materiales. Todos los demás gastos, como de marketing, salarios o alquiler de oficinas no se tienen en cuenta. Esto resulta en un beneficio bruto de 1,80 $, o lo que es lo mismo, del 60 %. La fórmula es la siguiente:

Beneficios netos ÷ Ventas = Margen bruto

El margen neto , por otro lado, tiene en cuenta el beneficio real de la empresa. Hay que tener en cuenta de que este está sujeto a fluctuaciones mucho mayores que pueden verse reflejadas, por ejemplo, en beneficios brutos. Esto se debe, entre otras cosas, a varios factores que influyen en los beneficios y pérdidas, a veces a intervalos irregulares. El beneficio neto es el resultado del beneficio bruto menos todos los gastos operacionales, depreciación, intereses e impuestos, y está relacionado con el volumen de negocio:

Beneficio neto ÷ Ventas = Margen neto

La rentabilidad financiera refleja los beneficios de una empresa en relación con su capital. Este ratio suele usarse para evaluar de manera eficaz el uso del capital. Las empresas con una rentabilidad financiera alta pueden tener ciertas ventajas sobre sus competidores y, si esta es significativamente más alta que los beneficios adquiridos en el mercado de capitales, puede ser un buen indicador para invertir en la empresa. Hay que tener en cuenta que la rentabilidad financiera no tiene en cuenta la valoración actual de la empresa. Se puede calcular con la siguiente fórmula:

Beneficio neto ÷ Patrimonio neto = Rentabilidad financiera

La cobertura de intereses de una empresa muestra hasta qué punto los costes de los intereses anuales (en función del endeudamiento de la empresa, su calificación crediticia y el nivel general de los tipos de interés) pueden ser cubiertos por los ingresos corrientes y de explotación.

BAII ÷ Coste de los intereses = Ratio de cobertura de intereses

Cuanto más alto es el ratio de cobertura de intereses, más certeza tendrá la comunidad inversora de que la empresa seguirá siendo capaz de cubrir estos costes con los beneficios de su actividad (beneficios antes de intereses e impuestos, o BAII). Por otro lado, un valor bajo podría indicar ciertos problemas. Este ratio difiere según el sector, por lo que la comparación de este ratio de diferentes empresas del mismo sector puede ayudar a conocer su valor medio.

Nota sobre la clasificación de los ratios: los ratios individuales no son suficientes para tomar una decisión a la hora de invertir, sino que permiten una mejor comprensión de la rentabilidad, deuda y competitividad de una empresa, así como comparar empresas del mismo sector y facilitar la evaluación de si una acción puede adquirirse a un precio «justo» o si se ha fijado el precio proyectando en un escenario futuro positivo.


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Emanuel Eisel

Emanuel fue el director del equipo de Mercados de Capitales en Scalable Capital hasta marzo de 2022. Tiene un máster en Gestión y administración de empresas por la Universidad de Hamburgo y cursó parte de sus estudios en la Universidad de Boston (EE. UU.).


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