¿Qué es la inflación?

Este artículo ofrece una visión general para explicar por qué la inflación es una de las variables económicas más importantes, cuáles son sus causas, cómo se calcula y cuál es la mejor forma de contrarrestarla.

Sumario de la información más relevante

  • La inflación se refiere a la subida de los precios de los bienes y servicios cuando aumentan de forma generalizada en un periodo dado de tiempo.
  • Por lo general, la inflación suele ser el resultado de una subida en un corto periodo de tiempo de los costes de producción o de la demanda de determinados bienes, pero también un incremento a largo plazo de la masa monetaria.
  • La inflación tiene una relación muy importante con los ahorros y la inversión porque reduce el valor real del dinero invertido y, por lo tanto, repercute negativamente en los beneficios.

1. Nociones básicas

Por lo general, la inflación se refiere al proceso económico en el que los precios de los bienes y servicios aumentan de forma generalizada en un periodo dado de tiempo. La tasa de inflación en España en el año 2021 fue del 3,1 %, es decir, que la misma cesta de la compra que costaba 100 € a finales de 2020, costaba 103,10 € a finales de 2021. Es precisamente este aumento de los precios de los bienes de consumo del 3,1 % (o 3,1 € por cada 100 €) lo que hace que a la inflación también se la denomine «tasa de inflación» (lo que los y las economistas denominan «aumento del nivel de precios») y, para los consumidores, se traduce en una pérdida de poder adquisitivo.

Hay varias formas diferentes de calcular la inflación, además de los precios de los alimentos, también se suele tener en cuenta el precio del petróleo, del gas, de la mano de obra o de una noche de hotel. El precio de estos bienes y servios se registra en el índice de precios de consumo o IPC, donde la tasa de inflación es el porcentaje según el cual cambia los precios de consumo en un periodo de tiempo dado.

La inflación puede subir por varias razones: existe un consenso económico en que la inflación a corto y medio plazo suele estar causada por un aumento de los costes de producción o de la demanda de determinados bienes; asimismo, economistas coinciden en que el crecimiento excesivo de la masa monetaria genera inflación a largo plazo y que las tasas de inflación muy elevadas son perjudiciales. Por esta razón, muchos y muchas economistas son partidarios de tasas de inflación más bien bajas, aunque sistemáticamente positivas, lo cuál puede verse reflejado en los objetivos de los bancos centrales, que generalmente tienen la prioridad de mantener la estabilidad de los precios, lo que es sinónimo de controlar la inflación. El Banco Central Europeo (BCE), por ejemplo, tiene el objetivo de mantener la inflación y las desviaciones por encima y por debajo al 2 %, y para conseguir esto establece políticas monetarias. Algunas de las herramientas que utiliza el BCE son ajustar la tasa de interés general y los programas para la compra de bonos.

A continuación, enumeramos algunos términos económicos que suelen asociarse con la inflación:

  • Deflación: descenso prolongado y notable de los precios (contrario a la inflación).
  • Desinflación: etapa en la que se reduce el crecimiento de los precios.
  • Hiperinflación: subida descontrolada de los precios (inflación muy acusada).
  • Estanflación: es un concepto que combina «estancamiento» e «inflación», es decir, cuando se da una alta inflación, un estancamiento en la economía y altas tasas de desempleo.

2. Cómo se calcula la inflación

El coste de vida depende de los precios de muchos bienes y servicios. Para medir el coste de la vida del consumidor medio, las organizaciones gubernamentales (como el Instituto Nacional de Estadística o INE) realizan encuestas a los hogares para determinar cuánto cuesta la cesta de la compra con los productos básicos y los servicios de uso frecuente, y se hace un seguimiento del coste a lo largo del tiempo. Los costes en un momento dado, expresados en relación con un año base, representan el índice de precios de consumo (IPC), cuyo porcentaje en el tiempo determina el precio de inflación del consumidor y uno de los cálculos más usados para medir la misma inflación. Por ejemplo, si el IPC de un año es 100 y el IPC actual es 110, la inflación en ese periodo de tiempo sería del 10 %. Normalmente, el IPC se calcula de forma mensual, con un periodo de observación habitual de un año, lo que significa que la inflación puede interpretarse a menudo como el porcentaje con respecto al mismo mes del año anterior.

La inflación subyacente también se menciona a menudo cuando se habla de temas relacionados con la inflación, y se trata de una medida de la inflación que excluye determinados productos, como los alimentos y la energía, cuyos precios son más propensos a la fluctuación y están influidos por factores estacionales. El precio del petróleo es un factor que tiene una fuerte influencia en las tasas de inflación y, por ello, se debe tener también en cuenta la inflación subyacente a la hora de evaluar una economía. Los bancos centrales, sin ir más lejos, prestan especial atención a esta inflación subyacente a la hora de intentar lograr una estabilidad en los precios.

El índice de precios de consumo suele mantenerse constante durante un largo periodo de tiempo y solo se ajusta ocasionalmente para reflejar cambios en el comportamiento de los consumidores o nuevas tendencias, por ejemplo, las bolsas y cápsulas de café, o las tarifas de los servicios de streaming se añadieron a la cesta hace algún tiempo para representar una visión más contemporánea del comportamiento actual de los consumidores. A continuación se enumeran algunos de los componentes y su peso en IPC de España en 2022:

1.  Alimentos y bebidas sin alcohol

22,1 %

2.  Bebidas alcohólicas y tabaco

3,0 %

3.  Ropa y calzado

5,9 %

4.  Vivienda

13,9 %

5.  Menaje

5,7 %

6.  Medicina

5,3 %

7.  Transporte

13,2 %

8.  Comunicaciones

3,5 %

9.  Ocio y cultura

5,1 %

10.  Enseñanza

1,6 %

11.  Hoteles, cafés y restaurantes

14,4 %

12.  Otros

7,4 %

Source: https://www.ecb.europa.eu/stats/ecb_statistics/escb/html/table.en.html?id=JDF_ICP_COICOP_INW

3. Causas de la inflación

En la economía hay muchas teorías y modelos para explicar las causas de la inflación. En general, se distingue entre una visión a largo y a corto plazo de la misma: el consenso económico es que la inflación a largo plazo está causada por un crecimiento excesivo de la masa monetaria; mientras que a corto y medio plazo la inflación se origina por la relación entre la oferta y la demanda.

En lo que refiere a la oferta, la llamada inflación de costes se produce cuando el precio de producción aumenta debido a subidas salariales, de la energía o de las materias primas, mientras que la demanda permanece estable. Para evitar el quiebre de las empresas, estas tienen que repercutir el aumento de los costes de producción en los consumidores finales, lo que se traduce en subidas de precios o inflación.

La inflación por la demanda se produce cuando la demanda de bienes aumenta tan rápidamente que los proveedores no pueden responder aumentando la producción, lo cual conlleva una subida de precios y, por ende, inflación. Este tipo de inflación se suele dar en etapas en las que se da un crecimiento económico saludable.

4. Efectos de la inflación en la inversión

A la hora de invertir, es importante comprender la relación entre rendimientos nominales y reales. El rendimiento real se calcula restando la tasa de la inflación del rendimiento nominal, por ejemplo, si se compra una acción por 100 € a principios de año y se vende por 102 € a finales de año, se conseguirá un beneficio de 2 €, es decir, se ha obtenido un beneficio nominal del 2 %. No obstante, si la inflación en ese mismo año ha sido del 3 %, entonces el beneficio real sería negativo (-1 %) y se habría perdido poder adquisitivo: la inversión ralentizó la pérdida de poder adquisitivo, pero no pudo compensarla, y por ello se ha sufrido una perdida de riqueza. Este ejemplo demuestra que siempre debe tenerse en cuenta la rentabilidad real de las inversiones, es decir, la rentabilidad ajustada a la inflación debido a que el poder adquisitivo que se obtiene es el criterio más relevante para la persona que invierte.

Por el contrario, si se es deudor y se está pagando la hipoteca de una vivienda, por ejemplo, el valor nominal del préstamo hipotecario adquirido es constante mientras que los precios suben. Como resultado, el importe del préstamo va perdiendo valor según pasa el tiempo, mientras que los ingresos por alquilar esa misma vivienda, por ejemplo, pueden ajustarse a la inflación.

5. Cómo contrarrestar la inflación

Hay varias formas de contrarrestar la inflación. En general, los activos tangibles, como los bienes inmuebles o los metales preciosos (especialmente el oro), se consideran a prueba de inflación; a la vez que las materias primas, los bonos ligados a la inflación e, incluso, las acciones son otras opciones de inversión. Hay que tener en cuenta que no todos los tipos de activos contrarrestan la inflación de la misma forma en las diferentes etapas de la inflación, por ejemplo, la renta variable puede generar rendimientos más bajos a corto plazo en fases inflacionistas si las empresas no pueden repercutir plenamente en los consumidores el aumento de sus precios de compra; sin embargo, la historia demuestra que una cartera de renta variable ampliamente diversificada puede ofrecer una rentabilidad esperada a largo plazo que sea positiva incluso después de deducir la tasa de inflación.

A diferencia de las materias primas y la vivienda, los bonos ligados a la inflación son menos volátiles, donde el valor nominal y los pagos de cupones están estrechamente relacionados con el IPC y se ajustan a la inflación, es decir, que si la tasa de inflación sube, el precio del bono también subirá. Al cupón de un bono de este tipo se denomina «cupón real» y al rendimiento, «rendimiento real», y el poder adquisitivo de los beneficios no se verá reducido por la inflación.

Los ETFs son una forma sencilla de invertir en acciones, materias primas y bonos ligados a la inflación de forma agrupada y diversificada a nivel mundial.


Author-Stefan-Wennemar

Stefan Wennemar, CFA

Stefan tiene un rango superior en la gestión de carteras dentro del equipo de gestión de patrimonio de Scalable Capital. Está especializado en la gestión de carteras, análisis de datos e investigación sobre temas relacionados con el mercado de capitales. Stefan es licenciado en Economía y Gestión y administración de empresas en la universidad Goethe de Fráncfort, y cuenta con un máster en Finanzas de la Escuela de Economía de Estocolmo.


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